Busca construir convivencia, confianza y condiciones para una sociedad más justa, humana y solidaria, mediante la promoción de una cultura de los derechos humanos que favorezca la prevención y la transformación de los conflictos y aquellos procesos de reconciliación que hagan posible una paz positiva, estable y duradera.
Apostamos a que lo anterior es posible gracias a seis procesos que componen la línea cultura de paz y reconciliación y que acogen un grueso grupo humano de nuestra región integrando niños, jóvenes, adultos, familias, y grupos étnicos principalmente. Estos procesos son:
Familia Célula de paz
Actores sociales, familias e instituciones generan estrategias de acompañamiento y fortalecimiento familiar impulsando a agentes familiares y jóvenes que se involucran en su proceso de formación, permitiéndoles convertirse en multiplicadores y dinamizadores del proceso de Familias Células de Paz.
Liderazgo juvenil
Los jóvenes asumen su liderazgo de manera propositiva, autónoma y responsable, para incidir en las dinámicas de participación juvenil dentro de sus municipios, propiciando y participando en espacios aptos para la sana convivencia, desde una cultura de la escucha activa, diálogo, la inclusión y respeto por la diferencia.
Equidad de género
Pobladores del Magdalena centro buscan superar las inequidades de género mediante el diálogo constructivo entre hombres y mujeres conocedores de sus derechos incidiendo en sus municipios para promover una sana convivencia.
Grupos étnicos
Busca alcanzar un significado avance en la inclusión de los afrodescendientes en el proceso de desarrollo territorial del Magdalena Centro superando las diferencias raciales mediante el protagonismo de la red de afrodescendientes.
Escuela de Perdón y Reconciliación
Las ES.PE.RE. son grupos de 10 a 20 personas que deciden vivir una experiencia fuerte de sanación de las heridas (rabia, rencor, odio, venganza) causadas por la violencia y los conflictos diarios de la vida. Son personas que desde su espiritualidad quieren abrirse al perdón y a la reconciliación como paso obligado para la reconstrucción individual, familiar y social y el restablecimiento de la paz en el barrio, en la ciudad y en el país.
Las ES.PE.RE. son un aporte en capital social para Colombia, construyen instancias de mediación que operan como filtros para los procesos de violencia, son una contribución en prevención de la violencia. Las ES.PE.RE. responden efectivamente a estas preguntas: ¿Cómo elaborar la rabia y el miedo que deja la violencia?, ¿cómo transformar los odios y rencores? Cómo transformar la memoria trágica de las ofensas? Cómo generar lenguajes de futuro y superar los lenguajes de pasado? En fin, cómo abrirse a los procesos de perdón y reconciliación? (Definición tomada de la Fundación para la Reconciliación)